El Caso Sin Nombre [Título puede cambiar]

El Caso Sin Nombre es una novela policíaca, informándome sobre los elementos que ha de poseer. 
NOTA DE AUTORA: Quería ponerle nombre inglés, pero finalmente recordé a un amigo a quien tengo mucho aprecio. Por esto, la historia se la dedicó a él.

-¿De qué trata?: Dos personas, emparejadas por el halo del destino, se encuentran. Uno de ellos, Pedro, reconoce a su amigo de la dulce niñez; sin embargo, no recuerda su nombre y este lo tapa hasta el final de la historia. Pero no es un misterio que azote la mente de Pedro; lo que le preocupa es que, a finales de los 90', su padre muere envenenado. Ambos deciden averiguar por su cuenta la razón de aquel fallecimiento, ya que el caso se cerró por falta de pruevas encontradas. Y..., ¿quién era el sin nombre?




En el viejo barrio, el hombre escuchó a lo lejos el grito de un hombre. La voz del desconocido, distante como un rayo de luz, resonó nuevamente en el ambiente desconcertante de la ciudad de España. Pero, aun con el normal ruido de la ciudad donde residía Pedro, el eco seguía, igual de conexo con los demás hechos sucedidos ese mismo día. Pedro se dispuso a correr en busca de la persona que acaba de emitir semejante sonido. A mitad de camino, vio un profundo hoyo en el jardín; tumbándose para poder captar mejor la silueta del personaje, pudo ver en el brillo sagaz de sus ojos un cierto aire familia; lo sabía, era alguien conocido. Pero, ¿de dónde?

Por más que observaba esos ojos oscuros por las sombras del agujero, no podía sino perder la razón. El extraño le rugía que lo subiese, pero Pedro no podía moverse de su posición, era realmente complicado; los ojos se le humedecieron, la cara se le enrojeció y rompió a llorar. Mientras, se llevó a los luceros de oro la mano y se los secó. Acto seguido, se levantó en busca de una cuerda, porque no tenía escalera. 

Estaba en el mismo lugar de siempre, al lado del desván, enterrada en polvo y llena de telas de araña; tras limpiarlo un poco para que pudiese subir sin morirse de asco. Llegando nuevamente, se la tiró y el hombre, sudoroso y compungido, ascendió cuidadosamente, cuidándose de no rasparse con la espasmódica tierra.

Cierro tema; si alguien quiere seguir leyéndolo, sólo mándeme un MP y lo reabriré.